La fe
"La fe es la garantía de lo que se espera,
la certeza de lo que no se ve" (Hebreos 11:1 NVI).
Una garantía es la seguridad de que una cosa va a suceder, realizarse o funcionar bien. Cuando estoy seguro de lo que va a suceder no me cuesta esperar. Muchos pensaban que la fe era algo irracional, subjetiva, basada en creencias y probabilidades. Pues la fe que nos habla la biblia, la que Dios desarrolla en nosotros es seguridad y certeza.
La certeza por su parte, es tener evidencia, convicción clara, segura y firme de la verdad o falsedad de algo. Para estar convencida hay que tener razones o justificaciones, y si tengo estas, implícitamente hago uso de la razón, del discernimiento, y por ende, de la conciencia.
La fe puede llegar a ser concientizada, donde no cabe lugar para ninguna duda. La fe consciente o concientizada no depende del uso de los sentidos. No necesita ver, oír, sentir ni tocar para creer. Aunque no viera dónde crucificaron a Jesús, ni dónde lo sepultaron; sé que vino, murió y resucitó.
La fe no es solamente creer es saber. Solamente tu sabes la relación y/o experiencia que has tenido con Jesús. Por ende, solamente tú tienes la evidencia de su grandeza, la certeza de su existencia. Entonces, tu fe pasa de lo subjetivo a lo objetivo, de la creencia a la conciencia.
Bueno, en esta ocasión no vamos a hablar de los tipos de fe (da clic para saber los tipos de FE), más bien de su proceso de desarrollo, los pasos que sigue para crecer.
He identificado 4 aspectos muy importantes en la formación de la fe, por decirlo así. Cuando una persona reúne estas cuatro condiciones o aspectos, entonces tiene FE y cuanto más se repita este proceso, más se aumentará su FE en Dios.
La fe se renueva y fortalece, y para ello se necesita reunir estas condiciones:
1.- OBEDIENCIA. El primer eslabón de la cadena es obedecer. Sin ello es imposible hablar de la fe. La acción de obedecer es aquella en la que se acatan normas, órdenes, reglas y comportamientos. Es la subordinación de la voluntad a una autoridad.
Fue el primer salto de fe que dio Abraham al oír la voz de Dios. El no buscó consejo de otras personas, la aprobación de los miembros de su familia, no cuestionó el famoso “Cómo-Porqué-Cuándo-Dónde”; recibió una orden de Dios y obedeció. A pesar de lo difícil que podría ser dejar su zona de confort: su familia, su tierra, su amigos, sus costumbres y tradiciones; obedeció. Génesis 12:1-4
Obedecer no es sinónimo de creer y confiar en alguien o en lo que nos piden hacer. A veces obedecemos por respeto o costumbre. Muchas veces hemos estado en situaciones llenas de incertidumbres, pero procedemos a obedecer para ver que pasa. Claro, no está mal. Así se aprende, así se gana la confianza al ver los resultados.
Al dar ese primer salto, Abraham empezó con otro proceso “la confianza”. Obviamente no lo tenía al principio. Obedecer y confiar son diferentes. La confianza se gana. Pero sin intentar, sin arriesgarse, sin obedecer no se puede ganar confianza.
2.- CONFIANZA. El segundo eslabón de la cadena es confiar. Cuando obedecemos a Dios cosas maravillosas suceden, y estas últimas crean confianza. Dios nunca falla, siempre cumple sus promesas. El siempre busca lo bueno, agradable y justo para nosotros. El ser humano tiende a confiar según su(s) experiencia(s) previa(s).
Dios no dejó solo o desatendido a Abraham en el camino, Su presencia seguía apareciendo a Abraham, reafirmando sus promesas para con él. Génesis 12:7, 13:2
Abraham recibió una orden, obedeció y confió. Pero no era suficiente, había otra prueba que pasar, otro proceso para ser evaluado su fe “paciencia”.
Cuando confiamos no nos cuesta esperar porque sabemos que llegará el tiempo.
3.- PACIENCIA. El tercer eslabón de la cadena es esperar. La paciencia es la capacidad para perseverar la demora, los problemas, la oposición o el sufrimiento sin estar enojado, frustrado o ansioso.
Sin duda es el proceso más difícil cuando la confianza no es plena. Todos reprobamos ahí de alguna manera. Tendemos a acelerar las cosas a nuestra manera. A esquivar etapas, a cambiar procesos, a sustituir momentos, a huir, a prevenir, a proteger, a defendernos… hacer todo lo que está a nuestro alcance para ayudar a Dios. Llegue a entender que es por falta de confianza plena, aunque no lo creas. Quiero que sepas ¡Dios no nos pide ayuda, él sabe lo que hace!
No se le fue fácil tampoco a Abraham. La paciencia muchas veces lleva a tormentas, hambres, luchas y problemas de todo índole para poner a prueba nuestra confianza. Hubo mucho hambre, Abraham huyó a Egipto y no tenía órdenes para hacerlo. Más de 20 años esperando una promesa de multitud de descendientes sin tener un hijo. Mintió para protegerse, tratando de prevenir o ayudar a Dios. Génesis 12:10-13; 16:1-4; 20:2-11
A veces nuestras acciones alargan el proceso, es mejor esperar a Dios.
4.- PAZ. El cuarto eslabón es la Paz. No es el último porque la fe no es lineal, más bien es circular. Todos los procesos se repiten una y otra vez. Es como un círculo vicioso, una etapa lleva a otra, eso sí, con grado de dificultad diferente.
La paz no sólo es la ausencia de conflictos, es un estado de bienestar, tranquilidad, estabilidad y seguridad.
El Salvador enseñó: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da” (Juan 14:27; Filipenses 4:7).
Vivimos en un mundo donde todos buscamos la paz en el lugar equivocado y así creando conflictos en nosotros mismos. Tendré paz cuando tenga mucho dinero, una casa propia, un nuevo trabajo, mi propio negocio, cuando mis hijos salgan adelante, etc. La paz del mundo es efímera, dura poco tiempo.
Si confiamos en Jesús y sabemos esperar en él, tendremos paz.
Tener la paz de Cristo es saber que:
Muchas son las aflicciones del justo, mas de todas ellas le libra Jehová (Salmos 34:19).
En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo (Juan 16:33)
Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. (Vea las 26 promesas de Dios en el salmo 91)
La paz puede hallarse en cualquier circunstancia, incluso en medio de las pruebas, no tiene miedo.
El que hizo la promesa es fuertemente capaz de cumplirla.
Aquí en esta tierra, somos pasajeros. No es nuestra morada.
En Cristo tenemos vida eterna. Los que creemos en él no moriremos.
Nuestra paz no depende de lo que suceda en el exterior sino en el interior. Sabiendo que nuestro Dios es capaz de extenderla también a nuestros alrededores.
Abraham, después de pasar varias pruebas una y otra vez. Llegó a encontrarse la paz que es la cima de la fe. Tuvo tanta paz accedió a sacrificar a su hijo amado para Su Dios, porque supo que Dios proveerá (Génesis 22:1-8). La paz es una poderosa arma pero no se regala ni se vende, se trabaja. La paz es la demostración de la fe que tenemos en Cristo.
CONCLUSION
El círculo de la fe es todo un proceso bien armonizado, que se repite una y otra vez.
Dios nos pone a pruebas en lo pequeño, mediano y grande. Si obedecemos en lo pequeño, nos será tentado en cosas mayores. Abraham obedeció no una sola vez. Y las pruebas de obediencia de Abraham aumentaron cada vez. De dejar su pueblo y todo…a sacrificar el hijo de la promesa, por mencionar esas.
Cuando se reúnen estos 4 componentes se habla de FE.
Cuanto más obedecemos a la voz de Dios más confiaremos en Él, cuanto más confiamos en Dios más paciencia tendremos para con Él. Y por ende, cuanto más sabemos esperar a Dios más paces tendremos. Amén
Que el amor y la paz de Nuestro Señor Jesucristo estén con ustedes!
¡Bendiciones!
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