lunes, 15 de abril de 2019

Qué es orar bien?



Pedís, y no recibís; porque pedís mal, para gastarlo en vuestros placeres. (Santiago 4:3)

¿Qué es pedir u orar bien?

Sin mucha literatura; Orar bien es justificar tu oración delante Dios.

De la misma manera cuando una organización presenta ante el gobierno su nuevo proyecto para ser aprobado, y en su caso financiado. Ellos saben (los miembros del proyecto) que hay algunos criterios o requisitos que debe de cumplir dicho proyecto para ser aceptado sino será denegado, pues así es la oración ante el gobierno de Dios.


Una oración justificada debe abarcar al menos estos 5 puntos:

1.   La relevancia del proyecto: Es justificar la importancia que tiene para ti dicha cosa que quieres lograr. En este caso tu proyecto. El proyecto puede ser desde lo más sencillo hasta grandes aspiraciones.

2.   El impacto socio-espiritual: Cómo y en qué afectaría positivamente dicho proyecto para la obra de Dios.  Es decir, demostrar que va a contribuir a cambios positivos y sostenibles en beneficio de la sociedad, no únicamente a los creyentes, también, a los no creyentes. Respetando siempre el principio de la beneficencia y no maleficencia. Además, debe contestar estar preguntas: ¿Es Dios el centro de este proyecto? ¿Este proyecto no será  razón de caída u tropiezo (espiritualmente hablando) para mi u otras personas?

3.   El Historial crediticio: Permite a Dios saber cómo usted ha manejado sus finanzas en el pasado y le ayuda a decidir si desea seguir haciendo nuevo negocio con usted y, ahí también depende la cantidad de crédito a otorgarle. Si Dios te ha bendecido mucho, habías pedido y recibido, pero fuiste malagradecido o nunca cumples con tus promesas con Dios; probablemente tu historial crediticio está siendo mal usado. Pues, está en decadencia. 
      
     Todo cristiano debe de entender la importancia de "agradecer", y no solamente a Dios, también a la gente que han sido de bendiciones en nuestras vidas de alguna manera. La palabra de Dios nos dio un secreto en Salmos 100:4 "Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre". No puedes entrar a la casa de Dios de otra manera, no deberías empezar una oración sin tener un corazón agradecido a Dios. David lo sabia, por eso muchos de sus salmos eran de agradecimiento. Un corazón agradecido está lleno de gratitud, de alabanzas a Dios, sobre todo al recordar su amor eterno. Además es un mandamiento, es la voluntad de Dios que seamos agradecidos (1 Tesalonicenses 5:18).

4.   El análisis de la viabilidad: es el estudio que dispone el éxito o fracaso de un proyecto a partir de una serie de datos, a base de naturaleza empírica: recursos humanos y económicos, medio ambiente del proyecto, rentabilidad y necesidades. Este punto no depende de nosotros sino, es la voluntad de Dios. El sabrá si ese proyecto es viable para ti o no. Recuerda que Dios es el Padre de todo conocimiento. Ahí en su jardín yacen los árboles de conocimiento y de la vida. El es Todopoderoso, todo lo sabe, todo lo puede y todo le pertenece. "El ha hecho todo lo que quiso y todo lo que quiere va a hacer".  

     Un ejemplo: Los que son papás lo pueden entender mejor: ¿A tu hijo no le das todo lo que te pida verdad? Hay cosas que te pide inmediatamente se lo das, otras después un tiempo, otras aún sin pedirte (porque tú ves la necesidad), y otras nunca se lo darás, por su bien. 

5. El escuchar: Aunque no lo creas, también es parte del proceso, de los requisitos. La oración es una comunicación bilateral, uno necesita escuchar a otro y viceversa. Muchas veces tendemos a recitar toda una plegaria ante Dios y nos vamos. No esperamos o dedicamos ni un momento para escuchar la respuesta o corección. Dios también tiene cosas que decirnos, tiene preguntas que hacernos.

Otro punto importante es la fe: en otras palabras es tener la esperanza o paciencia. 
No ignoréis que para Dios un día es como mil años, y mil años como un día. 
Es decir, matemáticamente Dios contesta al instante.

Veámoslo aquí. Si Él hubiera tardado :
1 día....seria 1000 años
1 hora.....seria 41.6 años
1 minuto....seria 8.3 meses
1 segundo.....seria 4.16 días o 99.8 horas
1 milisegundo....seria 5.99 minutos 


Por ejemplo, he aquí un proyecto:

Dios te pido perdón por todo lo que he hecho, dicho, pensado, permitido y omitido conscientemente o inconscientemente, y que no le sean de agrado. De igual manera te agradezco por todo lo que has hecho en mi vida por las cosas que yo sé y de las que yo no sepa.

Padre mio, he aquí mi proyecto y necesito tu ayuda y aprobación:

    Dios quiero ir a vivir a XX país. Porque ahí pagan muy bien, con la profesión que tú me diste y demás cualidades y capacidades que tengo, tendré muchas oportunidades de crecimiento socio-económicamente hablando.

    Prometo que seguiré sirviéndote ahí, no me apartaré de tu camino, es más lo primero que voy a buscar llegando allá, es un lugar para adorarte.

    Con el dinero que voy a ganar, dedicaré unos 10% para fundar/financiar una casa hogar para adultos mayores en tal lugar, iniciando en tal comunidad. Centrando, sobre todo en la evangelización de estas personas para que no perecen sus almas.

    Dios tú has visto que, con lo que tengo, he ayudado. Sabes bien, que yo he cumplido con lo que te he prometido (por ejemplo: pagar mi diezmo, dar ofrendas, servir, etc.).

    Padre mío, respetando siempre tu soberanía. Favor que todo salga según tu respetada voluntad. En el nombre de Jesús. Amén.

Es sólo un ejemplo. Tu puedes formar tus propios criterios, según lo que estará a tu alcance de cumplir, y aún así no te garantizará el éxito. 

El punto 4 es el determinante y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo.  La voluntad de Dios no se manipule, no tiene una fórmula ni literatura de como acceder a ello. Lo ideal es buscar tener una relación con Él para saber cuales son sus voluntades para nosotros.


No te olvides las 7 características de una oración:

                  1.  Pedir perdón a Dios (reconoce que eres pecador). Daniel 9:5
2.   Agradece y alaba a Dios (por y para todo).  Salmos 150
3.    Fundamenta tu(s) petición(es)
4.   Pedir en el nombre de Jesucristo (Juan 14:13-14)
5.   Preocúpate primero por las cosas espirituales, del reino de Dios y no por cosas materiales. (Dios ya sabe nuestros deseos, preocupaciones y nuestras necesidades no le son desconocidas) salmos 38:9
6.    Interceder. Pídele para otras personas, el mundo; ponte al último. 
7.   Insistencia y perseverancia. (No es repetir lo mismo durante la oración, eso no hará que seas escuchado (Mateo 6:7-8), sin embargo, debes de pedir lo mismo diario hasta que te sea dado. Lea la parábola de la viuda y el juez injusto. Lucas 18:1-8



Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien, según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos (1 Pedro 1:3). ¡Que Dios le bendiga abundantemente!


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