jueves, 22 de noviembre de 2018

Por qué Dios no me ha contestado?




¿POR QUÉ DIOS NO ME HA CONTESTADO O DADO LO QUE LE PEDÍ?

A nadie nos gusta quedar en la incertidumbre o con la duda, ya que la incertidumbre provoca la angustia. Nuestro Dios, sabiendo eso, siempre está a la disposición de esclarecer las dudas, eso sí, a quien le consulta. Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; Pero el hombre no entiende (Job 33:14). Así que el decir que Dios no me ha contestado es más bien por ignorancia. Dios nunca nos dejaría en visto sin contestarnos. Normalmente, es una equivocación el hecho de que digamos que Dios no nos ha contestado.  Salmos 91:15 nos dice que Dios responde si lo invocamos. 

¿Qué es invocar? ¿De verdad sabemos invocar a Dios?

En la Biblia, la palabra hebrea para invocar significa clamar, y este último significa también: Pedir o requerir una cosa con vehemencia o desesperación o en otras palabras Quejarse con gritos, pidiendo favor y ayuda. Invocando el nombre del Señor significa hacerlo en voz alta. Claro, Dios escucha nuestras oraciones sin importar si se hacen en silencio o en voz alta. Sin embargo, la práctica de invocar, la cual es una forma de oración, es definitivamente audible.
Dondequiera que andemos y a cualquier hora, ya sea que invoquemos en voz alta o en voz baja, de igual manera como un niño llama a su madre y ella viene, de esa manera también nosotros obtenemos nuestro Señor viviente. El Señor Jesús siempre está disponible, ¡tan solo con que lo invoquemos una sola vez!

¿Y por qué tengo que clamar o invocar a Dios si en Isaías 65:24 dice lo contrario?

Cierto es, Isaías 65:24 dice:” Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído”. Pero analízanoslo bien, no dice que no tenemos que clamar. Como padres de familia, normalmente sabemos lo que nuestros hijos necesitan, pero cuando el hijo o la hija nos pide por alguna prioridad o necesidad en específica, eso nos conmueve o insista en actuar más rápido. Y, por otro lado, ¿Qué tan cerca de Dios estás? Un hijo que vive apartado de sus padres, resulta más difícil que los padres saben de sus necesidades (a menos que él los expresa) a diferencia de un hijo que vive en la casa de su padre, más fácil que los padres detectan sus necesidades. Así también, al justo, humilde de corazón y temeroso a Dios; antes de que clame, Dios le responderá. Porque cerca de Dios es su morada, automáticamente Dios detectará y resolverá sus necesidades. Amén
También nuestro Señor Jesucristo dice en Mateo 6:8 “…porque Dios, nuestro Padre, sabe lo que ustedes necesitan, aun antes de que se lo pidan”. Recalco, el hecho de que Dios ya sabe nuestras necesidades no da por hecho de que no debemos de pedirle para nuestras necesidades. Más adelante en mateo 7:7 nuestro Señor Jesús nos dejó claro que: “Pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá”.
Hay cosas que Dios no nos dará simplemente porque no las pedimos. “No tenéis lo que deseáis, porque no pedís” (Santiago 4:2). No seas conformista con lo que tienes, sea en el aspecto espiritual, material. tienes a un Padre que es el Rey de Reyes.

¿Cómo formular mi pregunta ante Dios?

Hay quien dice: “no se ni por dónde empezar”. Pues no importa que tu sepas formular preguntas, clame a Dios y Él te escuchará.

¿Cómo y de qué manera responde Dios?

La respuesta de Dios llegará en el momento indicado y probablemente será cuando menos te lo esperes. Job 33:14-18 menciona algunas maneras que Dios nos puede hablar o responder, pero el problema es que no entendemos cuando Él nos habla. Dios puede hablarnos por medio de una visión nocturna o sueño u otra persona. Muchas veces la respuesta que Dios nos va a dar no nos va a gustar, porque prevalecerá su voluntad. Las respuestas de Dios siempre están enfocadas en apartar al hombre de sus malos caminos, de la soberbia u ojos altivos, de nuestras obras y sobre todo para librar nuestra alma de la muerte.
 Dios nunca te va a dar algo que va a causar tu perdición. Entonces, no es que Él no nos contesta sino, lo que hemos pedido no es adecuado para nosotros, pero nos resulta difícil entender eso.

¿Qué pasa si Dios me da respuestas con opciones múltiples y no sé cuál elegir?

Equivocado. Dios nunca nos responderá con opciones múltiples, porque Él es preciso y específico. Más bien son respuestas de tu corazón, no provienen de Dios. A veces, el silencio de Dios es también una respuesta. Pero, hay que quedar claro que Él siempre nos va a contestar, no exactamente en el momento que queremos; repito que la respuesta de Dios llegará en el momento indicado y probablemente será cuando menos te lo esperes.
Ahora para contestar a nuestro interrogante inicial: “Por qué Dios no me ha contestado”. Más bien pienso que la pregunta que todos deberíamos de hacer es: ¿Por qué Dios no me ha dado una respuesta positiva a mis peticiones? Porque el hecho de que nos responde el Señor no significa que tendremos siempre una respuesta positiva. 

Veamos 8 causas para ser negado una petición:

1.    La primera causa que hace que Dios no nos concede lo que le hemos pedido es el pecado.
Si hay algo que Dios odia, no tolera o no puede ver es el pecado. El pecado es lo que separa el hombre a Dios.  No te diste cuenta que en Génesis 3:9 Dios llamó al hombre (Adán) y le dijo ¿Dónde estás? Cosas que antes Dios nunca le había preguntado, cada vez paseaba en el jardín, hasta que Adán llego a pecar, cuyo pecado le separo y le alejo de la dimensión espiritual de Dios. Dios no pudo verlo. Claro que, todos somos pecadores, contando yo primero.  Por eso, lo astuto es hacer como dice Dios en Jeremías 3:12-13 (tan sólo reconoce tu maldad o rebelión, no haré caer sobre ti mi ira; porque soy misericordioso y no guardaré mi enojo para siempre): debemos de reconocer nuestros pecados, y buscar primeramente el perdón de nuestro Señor; antes de clamarle y pedirle cosas. Más fácil podría ser que tengamos una respuesta positiva. Pero hay otras causas…

2.    Aunque tu oración está muy bien fundamentada, es probable que tu petición no sea concedida.
Porque todo depende siempre de la voluntad del Altísimo, quien sabe dar en tiempo y forma, momento y lugar correcto. ¡No te desanimes!

3.    Un ser humano sin necesidades o problemas, tiende a olvidar a Dios y, es fácil ver cómo podría haberse vuelto “soberbia” o “exaltarse demasiado” cosas que desagrada a Dios.
2 corintios 12:7 “El mismísimo apóstol Pablo tuvo un aguijón en la carne, dijo que 3 veces había pedido a Dios que se lo quitara y, el Señor le dijo: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en tu debilidad.”
Es entendible que Pablo considerara a este aguijón un obstáculo para un ministerio más amplio y efectivo (Gálatas 5:14-16) y que hubiera pedido tres veces a Dios que se lo quitara (2 Corintios 12:8). Pero él aprendió de esta experiencia que el propósito de Dios era el de mantener a Pablo en humildad. El poder divino se muestra más intensamente sobre el trasfondo de la debilidad humana (2 Corintios 4:7) para que la alabanza sea sólo de Dios (2 Corintios 10:17). En vez de quitarle el problema, Dios le dio la gracia y la fortaleza en él y a través de él, declarándole que Su gracia sería “suficiente.” Amén

4.    Como un padre con su hijo, sabe lo que es bueno para darle y no darle.
Ciertamente, no es todo lo que tu hijo te pide se lo acordarás; hay ciertas cosas que lo vas a dar en el momento, otras más tarde y otras nunca. Y todo está basado en tu juicio de experiencia, proyección del futuro y conocimiento del bien y mal. De igual manera, nuestro Dios que es omnisciente, omnipresente y omnipotente; sabe lo mejor para nosotros, así como en qué momento concedérnoslo y/o no, según el caso.
A veces nos concentramos en algo y lo pedimos a Dios miles de veces y, sin respuesta positiva. Nos angustiamos y dejar de seguir adelante por ello. Olvidando que Dios también quiere que nos valoremos lo que ya tenemos. Por ejemplo: una mujer o una pareja que no puede tener hijo, y la pasan día y noche pedírselo a Dios, pero aun sin respuesta positiva (porque Dios habla aun en el silencio). A causa de eso, su fe, ya se siente desanimada, triste o rendida. Pero esa mujer (sirvienta del Altísimo) podría ser que tenga dones de Dios para predicar o rezar y sanar a enfermos, etc. Dios te está hablando hoy, tal vez sea el momento, mientras que no tengas aun hijo, para salir en la calle o de viaje a predicar, a sanar enfermos con el don que Dios tiene a su disposición, porque, ya cuando tengas el o los hijos; no vas a poder o tener tiempo para hacerlo. Entonces, puede ser que por eso aun Dios no te ha concedido tu hijo. ¡Seamos inteligentes!
Los cristianos, muchas veces, nos concentramos y preocuparnos por nuestras debilidades y, olvidar nuestras fortalezas, que es un error muy grave. Dios quiere ver que valoremos lo que ya tenemos antes de darnos más cosas (fortalezas).
No tienes trabajo y estás buscando; estas muy concentrado y preocupado para encontrar un nuevo trabajo, pero, te has olvidado que tal vez sea el momento oportuno (mientras que no trabajas) para que ores a Dios 3 veces al día; o leer (más) la biblia y meditar su palabra, etc. Porque ya cuando tengas el empleo, probablemente no tendrás tiempo para hacerlo. ¡Seamos inteligente!
Cuando Jesús les dijo: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. No es solamente un dicho, es un misterio, es verdad.
En 2 Corintios 12:10 Pablo dice: “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

5.    Prueba de fe.
Dios quiere evaluarte, para ver que tanto has crecido espiritualmente y que tan paciente eres. “Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras”. Jeremía 17:10

6.    Los mentirosos o bipolares
A Dios no le caen nada bien a los mentirosos. Por eso en Mateo 5:37 nos dice: “que tu respuesta sea o No”. Tenemos que mantener nuestra palabra, cumplir con lo que prometemos sea a Dios y/o a los hombres. Dios no te responderá positivamente si tú eres un mentiroso.

7.    La ley de estímulo-impacto
En toda reacción humana, normalmente, el impacto es proporcional al estímulo; pero la cuantía del impacto puede depender también del receptor.
Otro ejemplo. La tercera Ley de Newton dice que "Para cada acción existe una reacción igual y opuesta". Llegamos a la conclusión de que: en nuestras manos están las llaves de oro que pueden transformar los males en bienes, los enemigos en amigos y también los problemas en soluciones. Es decir, si tú quieres que Dios te responde, también deberías de responder cuando te clamen tus prójimos. En el dar está el recibir.

8.    Porque no sabemos pedir
Hay quien se acerca a Dios cuando las cosas se tuercen, y es entonces cuando ponen más atención a su vida espiritual. Esto lo suelen hacer la mayoría de los "Cristinos " es decir “Cristianos” tibios, que faltan la letra “A”. La vida de estas personas está guiada según su conveniencia, es decir, sólo se enmiendan por un tiempo para que Dios en este periodo les resuelva el problema para que luego poco a poco vivir según convenga.

Pedís, y no recibís; porque pedís mal, para gastarlo en vuestros placeres. (Santiago 4:3)
Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles (Romanos 8:26).

Si analizamos bien estos versículos, nos daremos cuenta que tenemos que ser más culto a la hora de pedir:

Por ejemplo: un amigo o vecino nos pide que oráramos para él o para algún miembro de su familia; y habitualmente nos (los cristianos) apresuramos a orar día y noche o hasta ayunar a Dios para esa persona, sin indagar en su fe. Y muchas veces, no nos detenemos a pensar si esa persona: ¿Sabe quién es Dios? ¿Ha aceptado a Jesucristo? o ¿Cree que Jesús le tiene la solución? 

Es muy probable que no haya respuesta por parte de Dios para dicha oración. Porque lo estamos haciendo mal. No podemos orar para alguien que no cree en Dios, que no tenga fe; al menos si lo que pedimos es para que tenga fe y/o de su arrepentimiento. Entonces lo primero que deberíamos hacer es, ofrecerle Jesús a esa persona, para que se convierte y arrepiente de sus pecados, de igual manera como nosotros habíamos hecho alguna vez.

Digo muy probable, porque a veces Dios nos contesta aun sin orar bien, por amor a su nombre; Dios ama ser misericordioso y bondadoso y, también puede ser porque Él sabe nuestra ignorancia y falta de profesionalismo.

Lo mismo es cuando rezas para ti mismo, si no lo haces bien es muy probable que no haya una respuesta inmediata.


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