Orar con fundamentos
Sin duda, ya sabes la importancia de orar; no es solamente para agradecer,
pedir favores a Dios, es también
para crecer en espíritu y para no caer en la tentación (Mateo 26:41). Alcanzamos intimidad con Dios cuando nos
comunicamos con Él a través de la oración. Vamos a Él con fe, sabiendo que Él
escucha y responde a todas nuestras oraciones (1 Juan
5:14). Confía que Dios conoce y desea lo que es mejor para nosotros; así
que pídele que Su voluntad sea hecha en todo lo que buscamos de Él, dale
gracias por ello, aun cuando todavía no haya sucedido. Pero, orar con
fundamentos va aún más allá.
El término fundamento, de origen
etimológico latín: “fundus”, que es sinónimo de “base” o “fondo”, y el sufijo
“-mento”, que es equivalente a “instrumento” o “medio”. Fundamento es el principio o cimiento sobre el que se apoya y se
desarrolla una cosa. Puede tratarse de la base literal y material de una
construcción o del sustento simbólico de algo. En este caso, la biblia es
nuestro cimiento o base para orar con fundamentos.
Bueno, antes de iniciar quiero resaltar que no es algo nuevo o
innovadora, la biblia nos da muchos ejemplos donde los siervos de Dios se fundamentaron
sus peticiones u oraciones. “Mira desde
tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra
que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel” (Deuteronomio 26:15); El ciego Bartimeo “oyendo que era Jesús nazareno, comenzó
a dar voces y a decir: Jesús, Hijo de David, ¡ten misericordia de mí! Jesús le dijo
al diablo “Escrito está: no
solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
(Mateo 4:3). También lo podemos ver en las
oraciones de Daniel y de Salomón (Dan 9:4; 1 Reyes 8:22)
etc. Estos fueron meramente ejemplos para ver el origen y la importancia
de fundamentar nuestra oración.
A Dios le gusta que le recordemos su promesa, es decir su palabra. No es
porque se le olvida, de igual manera que un abogado siempre menciona los
artículos de la ley frente al juez para defender su cliente. Es evidente que el
juez ya los conozca, pero el hecho de mencionarlos el abogado, demuestra su profesionalismo y conocimiento; y así, evita cualquier acto humano deliberado del juez, a favor de uno ético-racional al momento de dictar la resolución del caso. Por
lo tanto, fundamentar tu oración demuestra a Dios que eres también, un profesionalismo y conoces su palabra. Amén
La palabra o la escritura dice que Dios es fiel con su promesa. Su
fidelidad es grande y nunca falla. Siempre son nosotros que fallamos a Dios al
no cumplir con nuestras promesas. Además, nos dice la biblia algo que
caracteriza mucho a Dios es la justicia,
es decir de ninguna manera nos hará Dios injusticia, ni a favor de los santos ángeles
del cielo, ya que no hace prioridad a nadie.
Hechos 10:34 y Romano 2:11
¿Por qué
fundamentar tu oración?
- Fundamentar tu oración demuestra a Dios que sabes su palabra y crees en ella. Ya que a muchos el diablo no les deja leer y conocer a este tesoro y verdad que nos ha dado Dios.
- Fundamentar tu oración es basar tus peticiones con versículos bíblicos. De igual manera en un trabajo de tesis, usas citas o referencias para dar credibilidad a lo que dices.
- Fundamentar tu oración es poderoso, ya que hace temblar al enemigo, el diablo.
- Fundamentar tu oración le da compasión a Dios, aunque no merecías lo que pides te lo dará.
- Fundamentar tu oración no es necesario mencionar el libro, capítulo y versículo, basta con mencionar “porque está escrito… / la escritura dice…/ Tu palabra dice…”
- Fundamentar tu oración para tocar el corazón de Dios. (porque no es el llanto que le toca el corazón)
- Fundamentar tu oración es antídoto, antimisil para el enemigo. Ya que, hasta el mismo diablo sabe de la palabra (solamente no lo aplica) y necesitamos de la palabra para contestar o contra-atacar. (vea Mateo 4:6)
Ejemplo #1 de oración fundamentada: el “Padre Nuestro” que nos enseñó Jesucristo.
Lea Mateo 6: 5-15.
Por M.A. Galeano
Cristo nos muestra un modelo de cómo debemos de orar. Su oración se divide en dos partes: La primera parte presente el fundamento de la oración (que es Dios el Padre, a quien oramos). La segunda parte son las peticiones personales a ese Dios que nos acercamos. (Mateo 9-13)
Jesús no puso sus peticiones en primer lugar. Nos demuestra que nuestro corazón debe adquirir la disciplina de reconocer que lo primero de la oración es la comunión con Dios y no las dádivas que pudiéramos recibir de Él.
En la primera parte: hay tres cosas que debemos tener en mente y no olvidarlas
1. Santificado sea tu nombre
Hay que reconocer que Dios nuestro Padre está en los cielos, es Santo, Soberano y Sobretodo. Honrar al Majestuoso Dios que tiene Su trono sobre los querubines, Él que no fue creado sino formado. Antes de Él no hubo ningún otro Dios ni lo habrá, dice en Isaías.
2. Venga tu reino
Al pedir que venga su reino le estamos diciendo que no tenemos nuestra esperanza ni nuestras metas en esta vida terrenal, sino en Su retorno en donde todo será verdaderamente eterno y justo. Pedir que venga Su reino significa que estamos listos, que su iglesia, la novia está lista para la boda.
3. Hágase tu voluntad
La tercera petición es busca siempre la voluntad de Dios, porque es lo mejor para nosotros (nos conviene). Muchas veces pensamos que lo que queremos o necesitamos es lo mejor para nosotros (seguimos siendo niños), así lo hacen los niños y/o adolescentes a sus padres. Los que tienen hijos saben de qué hablo.
Pedir de antemano a Dios que hágase Su voluntad, es estar preparado sin importar la decisión de Dios de contestar nuestra oración.
En la segunda parte: hay que pedir bajo en fundamento de las tres P.
1. Provisión física
"Danos nuestro pan cotidiano." Dios tiene cuidado de hasta el más mínimo detalle de nuestra vida. no dudar en pedirle lo que sea, que ocupamos, necesitamos. El pan, no refiere solamente al comer y beber. engloba todas las necesidades del hombre.
2. Perdón espiritual.
"Y perdónanos nuestras deudas..." Este punto no se puede olvidar. Aunque fuimos perdonados, redimidos por la sangre de Jesús, de todas maneras no dejamos de pecar a diario. Pedir perdón es darte cuenta de tus errores, es arrepentirse. Pero, dice Jesús también nosotros debemos desarrollar una cultura de perdón. El hombre da o demuestra lo que necesita.
3. Protección del pecado y la tentación
"Y no nos dejes caer en la tentación..." Muchas veces olvidamos pedir por ese punto. Pedimos a Dios que nos libre y a nuestra familia de todo mal, enfermedades, incidentes, accidentes, etc. es bueno, pero también, hay que pedirle que nos guarde de las mentiras y engaños de Satanás y de nosotros mismos, para no pecar contra Él. Las tentaciones y las pruebas son diferentes. Dios pone pruebas pero no tentaciones. Dios no tienta a nadie dice Santiago 1:13.
No todos somos suficientemente preparados para resistir las tentaciones. Mas vale pedir a Dios que nos prevenga y nos libre de ellas. Que su espíritu santo nos guíe a orar, buscando su gloria y confiando en que Él procura nuestro bien y nuestro gozo.
Usted al orar, no necesita repetir como una canción o de memoria el Padre nuestro, pero sí, no deberías olvidar los puntos mencionados. Copiar el modelo de Jesús y sobretodo decirlo con entendimiento es la clave.
Ejemplo #2 de oración fundamentada: Para iniciar el día
¡Dios Todopoderoso, Creador del universo! Exaltado y santificado es tu Nombre.
Mi alma te anhela, que venga tu reino y hágase su voluntad en la tierra como se está haciendo en los cielos.
Quiero
pedirle
perdón por todo lo que he hecho, dicho, pensado, omitido o permitido que no le sea agradable, favor
de eliminar todos mis pecados. Ayúdame a dar lo mejor de mi cada día. Hazme
conocer tus caminos, llévame a la verdad y enséñame, oh mi Dios salvador.
Tu palabra dice: “¡Volveos, oh hijos rebeldes, y os sanaré de vuestras rebeliones! solo reconoce tu maldad y tu rebelión; no haré caer sobre ti mi ira, porque soy misericordioso y no guardaré enojo para siempre” Jeremía 3:22
Reconozco que he pecado, he hecho iniquidad, he actuado impíamente, he sido rebelde y no me he apartado de tus mandamientos y de tus decretos. Por todo ello, te pido perdón. Líbrame de todo, en el nombre del Poderoso Jesús.
¡Oh Dios! Tú eres fiel a tus promesas, fiel a tu palabra. Heme aquí frente a ti, aquí estoy frente a tu trono para rogar por tu gracia. Tu palabra dice que: Acércanos con seguridad al trono de la gracia, para obtener misericordia y gracia y, para ser rescatados en nuestras necesidades. Hebreo 4:16
Señor, no puedo vivir sin ti, escrito está en tu palabra "sin mí no puedes hacer nada". Juan 15:5
Señor, necesito tu gracia, necesito tu favor en el nombre de Jesús. Quiero vivir este día lleno de gracia, lleno de alegría y felicidad. Porque esta es tu palabra: "Este es el día que hizo Jehová: que sea para nosotros un asunto de alegría y gozo". Salmo 118:24
Señor, te ruego también con respecto a tu reino ya que tu palabra dice: "Buscad primero el reino y la justicia de Dios, y todas estas cosas os serán dadas". Mateo 6:33
Señor, dame la gracia de buscar la justicia y de andar en ella, así también para permanecer en la santidad, en el nombre de Jesús; porque dice tu palabra "Dios es santo, seamos santo como él". 1 pedro 1:16
Está escrito: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu fuerza, alma y con toda tu mente. Concédeme el favor señor de amarte, obedeciendo tu palabra en el nombre de Jesús. Mateo 22:37
Escrito está: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mí”. Señor, dame la gracia de seguir tu camino y ayúdame a mantenerme firme en el camino que me has puesto y guardar la verdad siempre en mi corazón… Juan 14:6
Nota bene: Busque versículos relacionados a tu petición, según el tipo de oración que vas a hacer, hay muchos versículos en que te puedes apoyar para fundamentarse. Les puse las referencias bíblicas (los versículos) para que vean de dónde saqué la información, pero al decir la oración no es necesario decirlos.
No te olvides las 7 características de una oración:
- Pedir perdón a Dios (reconoce que eres pecador. Daniel 9:5)
- Agradece y alaba a Dios (por todo)
- Fundamenta tu(s) petición(es)
- Pedir en el nombre de Jesucristo (dice la palabra todo lo que se pide en su nombre será concedido)
- Preocúpate primero por las cosas espirituales, del reino de Dios y no por cosas materiales. (Dios ya sabe nuestros deseos, preocupaciones y nuestras necesidades no le son desconocidas)
- Pídele para otras personas, ponte al último. Sé empático y compasivo.
- Insistencia y perseverancia. (No significa repetir lo mismo y lo mismo durante la oración, eso no hará que seas escuchado, sin embargo debes de pedir lo mismo las veces que sean necesarias hasta que tengas una respuesta. (Lea la historia de la viuda y el juez injusto)
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