Convertir
Para muchos, esta palabra no
resulta ser novedoso, la han escuchado en la escuela y/o el mundo de negocio
como (conversión alimenticia, de unidades, de energía, de temperatura, etc.)
así también en las religiones “la conversión espiritual o simplemente la
conversión” es también notorio; de esta última vamos a esclarecer ideas.
¿Qué es?
Es la transformación de alguien o
de algo en cierta cosa que antes no era. No precisamente un cambio físico,
recordando que el hombre es un ser biofisicopsicosocial; podría ser hasta un
cambio de ideología.
Convertirse es cambiar, transformarse. del mundo a Cristo, de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida.
En otras palabras, es el cambio de
ser pagano a ser cristiano. Es dejar
de guiarse por la carne a cambio del espíritu
santo. Es también una mudanza del reino de las tinieblas al reino de la luz (Colosenses 1:13). Es volver a
nacer (Juan 3:3). Es cambiar del dominio de satanás al de Dios.
¿Cómo es?
La conversión no es
solamente, el hecho de ser bautizado o de haber aceptado a Jesucristo o asistir
a las reuniones dominicales. Sino, es un proceso que va en la mano con el
arrepentimiento. Este último es primordial para que haya una conversión. Es el
resultado, el efecto que causa el arrepentimiento. Antes hacía eso y ahora, ya no lo hago.
"ya no lo hago" es la transformación, el cambio que
suceda en mi ahora.
La verdadera conversión
cristiana no se estanca en un solo lugar, es un proceso gradual de crecimiento y superación que otorga a la convertida,
confianza y poder para poder lidiar con sus problemas y contra el autor de la confusión
(I Cor. 14:33) y el engañador del mundo entero (Apoc. 12:9).
¿Para qué sirve?
Hechos 3:19 dice: "Por tanto,
arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados, a fin de que
tiempos de refrigerio vengan de la presencia de Dios."
Arrepiéntete y conviértete para que tus pecados sean borrados. (Hechos 3:19)
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