lunes, 4 de junio de 2018

La gracia de Dios




 Dar gracias y ser agradecido

Existe una amplia diferencia entre estos dos conceptos para un cristiano. Dar gracias es lo que hacemos todos comúnmente, cuando alguien nos ha sido útil y, muy pocas veces ser agradecido con esta persona. 

Dar gracias o decir gracias es una expresión de reconocimiento y gratitud, valga la redundancia, que aprendimos desde la niñez a expresar cuando alguien nos ha ayudado o servido o dado; y tiende a ser olvidado desafortunadamente dicho momento conforme pasa el tiempo.

Sin embargo, ser agradecido, es algo propio de cada persona, el resultado de la conciencia y gratitud de apreciar al máximo el momento de que alguien nos ha sido útil, cual nunca se olvidará en nuestra conciencia. Lo considero como un valor muy importante que ayuda a desaparecer todo tipo de ingratitud (ingrato) en el corazón del hombre. 

Hay un proverbio que dice Sé agradecido porque el reconocimiento nutre el alma y la bondad” ¿A quién le gusta ayudar a un Ingrato? A veces somos rápidos en recibir, pero lentos para dar las gracias. Muchas veces, un aplauso, unas gracias o unas palabras de aliento valen más que el dinero, pero los descuidamos. No debemos subestimar las cosas que recibimos y darlas por hecho. En cambio, debemos mostrar gratitud por todo aquello que tenemos y en todas situaciones. En la Biblia existen muchos ejemplos de cómo y por qué debemos ser agradecidos: Salmo 105:1, 1 Tesalonicenses 5:18, Efesios 5:20 y Filipenses 4:6 por mencionar algunos.

Actitud de agradecimiento:
  • 1.       Agradece a Dios de antemano por lo que hará.
  • 2.       Agradece siempre a Dios por todo lo que ha hecho.
  • 3.       Agradece en lo bueno y en lo malo.
  • 4.       No da por hecho nada, agradece aun por lo mínimo que podría parecer las cosas.
  • 5.       Cumples con lo que prometes a Dios (Él nunca se olvida).
  • 6.       Nunca olvides que somos NADA sin Dios, porque sin el nada podemos hacer.
  • 7.       No dejes pasar el tiempo y momento para agradecer.
  • 8.       Recuerda que el agradecimiento nutre el alma y alienta la bondad.
Hagamos que el ser agradecido sea nuestro carácter y no una actitud, porque la actitud es fácil de cambiar, pero el carácter no.


¿Qué es la gracia?

Por otro lado, la gracia va más allá de los anteriores. La gracia es tener misericordia de alguien, dar chance a alguien, dar otra oportunidad a alguien. Supongamos que llegues tarde a tu clase sabiendo que la puntualidad es indiscutible (intolerable, inaceptable, etc) con este maestro y, aun asi te dice: Pase usted y no vuelvas a llegar tarde. Has recibido una gracia de tu maestro. Asi es la gracia de Dios, pero con la diferencia de que es inagotable (Salmo 106:1). Es decir, no tiene límite. Puedes llegar tarde todos los días, ¿qué libertinaje? No, no te confíes, él quiere que tú seas responsable sin tener que imponerle disciplinas como la impuntualidad. Sabiendo que eres tu quien será afectado en el examen final.

Le invito querido lector, No mal gastes la gracia de Dios, cierto es inagotable, pero tu vida, si, es agotable. (2 corintios 6:1)

Dios es igual amoroso que justo. No te equivoques. Donde entra la justicia termina su amor y donde empieza su amor acaba la justicia.

¿Cuál es su finalidad?

La gracia tiene una finalidad o un propósito bien claro, no es porque le pega la gana al quien lo practique, sino es para mantener el lazo de unión, para el progreso, la continuidad de relaciones. En el ejemplo del maestro, probablemente no quiso que el alumno perdiera la lección del dia, que siguiera la armonía del grupo.





“Se agradecido para con Dios y, el nunca dejará de servirte”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario