¿Qué es una regla de oro?
Según la definición de Oxford languages:
- Principio que se impone o se adopta para dirigir la conducta o la correcta realización de una acción o el correcto desarrollo de una actividad.
- Regla que se considera la más básica o la más importante.
Importancia
Las reglas de oro son de gran importancia para recordar, practicar y
abrazar los valores o principios éticos y morales de una actividad. Muchas
profesiones tienen alguna regla de oro, como dice su nombre, es muy preciado o
importante. También se les considera como algo básico o fundamental para el
desarrollo correcto de otras cosas. Hay también reglas de plata.
Los bomberos, los electricistas, los enfermeros, los médicos, los
musulmanes, etc. todos manejan cierta regla de oro.
En muchos casos, olvidar o desconocer la o las reglas de oro de tu área
es desconocer la esencia de dicha actividad, por consiguiente, es actuar con
mala praxis.
¿Por qué 15?
Basicamente, no es un número absoluto. Durante mi tiempo de reflexión y meditación de la palabra he encontrado estas 15. Si usted considera alguna más puedes mencionarla en un comentario.
Las 15 Reglas de oro para entender el reino de Dios
Sea que crees en Dios o no, tienes
que saber eso:
1. El reino de Dios no es comida ni bebida, sino
justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Romanos 14.17
Más claro que el agua. Si hoy en día, nos
enfocamos en el trabajo, ganar dinero y luego gastarlo. Dedicamos en cosas del
hombre, cosas materiales. El reino de Dios tiene otro enfoque, si tú eres de los que tienen sed
de Justicia-Paz-Gozo, una trilogía que contiene todo lo que pudieras
imaginar para ser feliz, pues es el reino ideal para ti.
2. Dios no nos necesita, sino nosotros a él. Génesis 1:1-26, Isaías
46.10, Salmos 135:6
Aunque se escucha fuerte, es verdad. Dios no te necesita a ti ni a mí para seguir siendo Dios. Aunque lo creas o no, Él es
Dios y seguirá siendo Dios con o sin nuestra aprobación. Su voluntad se
cumplirá pese a que nos guste/duela o no. Dios todo lo puede, hizo todo lo que
quiso y hará todo lo que quiera.
Somos los que le necesitamos, porque sin Él
nada podemos hacer (Juan 15:5). Dios no busca capacidad del hombre, sino
disponibilidad; No busca inteligencia, sino obediencia.
3. Amar a Dios sobre todas las cosas. Marcos 12:30-31,
Mateo 22:37-39
Amar a Dios con tu corazón significa amar a
Dios con tus emociones, con tu inteligencia, con tu conciencia,
etc. Alabarlo con tu felicidad, sonrisa y gratitud es fácil cuando las
cosas van bien; Como cuando percibes una respuesta a la oración o uno de
los buenos dones de la vida, qué tal cuando las cosas no van tan bien.
Amar a Dios con tu corazón significa, incluso cuando Dios parece estar callado. Incluso cuando dice espera, e incluso cuando dice que NO; Y sí, incluso cuando suceden cosas malas. Seguir amando a Dios cuando las cosas buenas no suceden es clave para una vida de satisfacción. la palabra dice: Sobre todas las cosas, no hace excepción alguna.
4. Su palabra es fiel y eterna. Mateo 24:35, Isaías 40:8, romanos 11:29,
hebreos 6:17
La biblia es la única revelación completa de su palabra. Él no necesita
agregar algo más a este libro, ha servido desde hace siglos y sigue siendo más
congruente para nuestros días. La biblia
es la única autoridad moral que rige la conducta del ser humano. Cielo y tierra
pasarán, pero su palabra permanecerá. Por lo cual es eterna y su fidelidad es incuestionable.
5. Lea,
medite y obedezca las Sagradas Escrituras. 2 Timoteo
3.16-17, juan 8:31, juan 14:23, 1 juan
2:3, Josué 1:8, salmos 1:2, salmos 119
Desarrolle una costumbre de leer a diario o frecuentemente la biblia y otros libros sobre la PALABRA DE DIOS. Medite en la
palabra, escudríñala para entender el mensaje que Dios tiene para ti y, por
último, ponlos por obra, práctica lo aprendido.
6. Dios
nunca actúa en contra de su palabra. Salmos 40:8, salmos 143:10
Dios no va a romper sus reglas y leyes para nadie ni nada. Si oyes alguna
voz que te diga lo contrario de la palabra no es de Dios. La voz de Dios nunca
nos va a decir que emprendamos alguna actividad o relación que no sea
consecuente con las sagradas Escrituras. Nunca Dios nos va a pedir de hacer
algo en contradicción con su Palabra. La voz de Dios jamás incluye información
alguna que pueda violar los principios de las escrituras.
Dios no te va a decir que mientes, transes, robes…para lograr un objetivo.
7. Jesús es el único camino y verdad que lleva al
Padre. Juan 14:6, 1 Timoteo
2:5, hebreos 9:15, romanos 8:38-39, hebreos 7
No es cuestión de religión. Es la
verdad y lo dijo el mismísimo Jesucristo. “Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
Si tú estás usando otro camino, por lo tanto, no es la verdad y, seguramente tienes otro destino.
8. Ninguna condenación hay para los que están en
Cristo Jesús. Romanos 8:1,
2 corintios 5:17, Romanos 10:9
“Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo”
Todo cristiano y futuro
cristiano debe saber esta regla básica. No hay condenación para los que estamos
en él. Ahora, le invito a reflexionar ¿Qué es estar en Jesús?
9. Para servir a Dios hay que esforzarte y ser
valiente. Josué 1:9, Deuteronomio
31:8, 1 Corintios 16:13, Juan 14:27
Servir a Dios no es
tarea fácil porque estamos en un mundo diferente con otra cultura que la del
cielo y tenemos que convivir en este mundo,
resguardando en todo momento la cultura celestial. Cosas de valientes.
Dios no promete a nadie
que al llegar a sus pies ya no tendrá ningún problema o dificultad, más bien,
él nos ayudará a enfrentarlos y a solucionarlos. Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece (Filipenses 4.13).
10. Sin fe es imposible agradar
a Dios. Hebreos
11:1 y 11:6, 2 corintios 5:7, Juan 11:40, Romanos 15:13
Todo el que desee acercarse
a Dios debe creer que
él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.
La fe es lo más valioso que
satanás quiere robarte. Porque sabe su importancia. La fe mueve montañas, toca
el corazón de Dios.
11. La
paciencia de Dios no es para siempre. Isaías 13:9-11, mateo 12:36, romanos 2:12, hebreos
13:8, hebreos 6.17
Dios es misericordioso, pero también, de igual manera es justo. Sabe enojarse y también se indigna. Al hijo amado lo corrige. Claro, es lento para enojarse, es súper fácil en perdonar, pero hay un momento la justicia se hará evidente.
12. Trata a los demás como quisieras que te tratarán a ti. Mateo
7:12, mateo 22:37-39, mateo 12:31, 1 corintios 10:24, 1 Pedro 3:8
No hagas a los demás lo que no
quieras que te hagan a ti. Ama a los demás como deseas que te
amen.
Ser empático, velar por las
necesidades de los demás son muestras del amor fraternal. Tener un corazón compasivo
indica la muestra de misericordia y el albergue de piedad. Es la acción y el
efecto de compadecerse por las miserias y por aquellos que sufren.
13. Dios habla al pecador
solamente para arrepentir. Samos 25:14, 1 Pedro 1.15-16, Deuteronomio
23:14, Levítico 11:44-45, levítico 19:2, Juan 9:31
Dios se revela al no creyente solamente para asuntos de
salvación y de arrepentimiento. Si oyes algún otro mensaje o tuviste alguna
profecía o visión no es de Dios. La
comunión íntima de Jehová es con los que le temen y, a ellos hará conocer su
pacto.
Si tú estás sumergido en el
pecado, no puedes tener la unción de Dios, la comunión con el espíritu santo de
Dios. Por lo tanto, será difícil de saber cosas de Dios.
14. A Dios no se le da el resto,
se le da el todo.
Has pensado en entregar su vida a Dios cuando seas grande, cuando te
canses con los placeres del mundo… ¿Has pensado sobre el significado de ello?
¿Darías al Rey del universo lo que ya no te sirve? ¿Has dicho que necesitas
tiempo, antes de seguir a Cristo? Sabías que el tiempo es de Dios.
15. Dios no cambia, es el mismo de
ayer, hoy y siempre. Hebreos 13:8, Malaquías 3:6, Juan 1:1-5,
números 23:19, Salmos 102:25-27
Vivimos en un mundo en constante
cambio. La forma en que pensamos, actuamos, hablamos, vestimos, ha estado
cambiando. Las costumbres, creencias y la cultura social no permanecen
estáticas. Estamos tan influenciados por este mundo, a veces olvidamos los
rudimentos, lo fundamental de nuestra fe en Dios.
Nos hacen ver lo malo por bueno, lo inmoral se hace de moda y hasta en los “templos de Dios” los cambios del mundo han tenido efectos. Pero, tenemos que recordar: Jesús es ahora y por siempre. Los únicos que necesitan cambiar somos nosotros.
¡Que Dios en su bondad le bendiga!