Síntesis del libro génesis
Palabras claves: génesis,
patriarcas, creación, especial.
La palabra génesis, de origen hebreo
cuyo significado es "Origen de todo, nacimiento, en el principio". No es
por casualidad que es el primer libro que encontramos al abrir nuestra biblia.
Ese libro más allá de la creación que nos explica, también nos
presenta ciertas cualidades y características del Hacedor de todo, nuestro Dios
Todopoderoso.
Un dios amigable, creativo,
bondadoso, misericordioso, poderoso y fiel; de pacto, de promesa, de gracia, de milagro, de
justicia, de amor y que también se enoja y castiga.
Génesis es uno de los libros más
largos de la biblia, uno de los más viejos y también forma parte de los libros
del Pentateuco o la Torá.
Según los estudios, aunque es el primer libro presentado en la Biblia no
es el primer libro que fue escrito, lo cual corresponde al libro de Job.
El libro gira en torno a las vidas de siete destacados patriarcas
(que podrían ser también llamados personajes protagónicos)
En la biblia, normalmente se narra solo sobre los hechos y personajes protagónicos y no todo el mundo; sino no cabría lugar para contar todo lo que sucedió.
Se puede notar que todos los nombres, sean de personas o de lugares que se mencionan
en la biblia tiene un motivo. Sirve para precisar una información o un
detalle puntual.
Personajes protagónicos:
1. Adán:
Primer hombre que tuvo la gracia ante los ojos de Dios, al ser puesto en
el jardín Edén. Un hombre perfecto que veía y hablaba con Dios como dos amigos.
Era la imagen perfecta de Dios ya que era sin mancha ni pecado.
Desafortunadamente no guardó esa relación perfecta con Dios al permitir la
entrada del pecado y fue expulsado del jardín (que representa la comunión con
Dios).
Adán (también Eva) no era una creación más de Dios sino lo más especial
(un tesoro) para Dios, porque el jardín fue creado para él. Génesis 2:15 nos
dice algunas funciones que tenía en ese lugar (cultivar y guardar el jardín);
no era solo un guardián, Dios le hizo copartícipe de la creación, fue por
eso; Dios le encargó a nombrar a todos los animales (Gen 2:20). Es algo maravilloso,
Dios mismo lo podría haber hecho ya que el los creó. ¿Cómo nos sentimos cuando
nos dan ciertas responsabilidades o cargos en un proyecto? ¿Cuándo nos hacen
participar y no solo contemplar? Claro que es maravilloso.
Vemos a un Dios de carácter justo y amoroso que desde
siempre ha sabido amar y perdonar, pero que tiene un límite entre su amor y su
justicia. Es decir, Dios no es más amoroso o misericordioso que justo, sino que
él es igual de justo que misericordioso. Su amor termina donde empieza la
justicia. Amén
De otra manera, si Dios fuera 100% misericordioso no sería Justo y si
fuera 100% justo no sería misericordioso. Por eso, habrá un juicio final. Ahí
es dónde terminará su misericordia y será el momento de su justicia.
No porque el amaba a Adán le iba a dejar desobedecerle sin recibir alguna
amonestación. Lo mismo para nosotros hoy en Día, el hecho de recibir el perdón de
Dios no nos exenta de padecer ciertas consecuencias de nuestros malos actos.
Después de que pecaron la pareja, la justicia de Dios los expulso del
jardín Edén, aunque le dolía a Dios, tuvo que hacerlo, porque es su naturaleza
“justo”. Pero el mismo, Dios, con amor: Vio a la parejita con muy poca creativa, tapados
con hojas de higuera porque estaban desnudos
(gen 3:7). Dios hizo vestidos de piel y les vistió. Probablemente, hubo
un sacrificio con sangre de animales para cubrir el pecado de ellos.
(gen 3:21). Es decir, el mismo Dios por su amor, los justificó, los hizo
gracia.
La muerte existió antes del pecado y el pecado antes del hombre, no hubo
ley porque el pecado no era visible, no se practicaba. El mismísimo Dios le
instruyó y le previno a Caín sobre el pecado (Gen 4:7) como igual lo hizo con
Adán y Eva (Gen 2:17). La ley existe cuando hay infracción y si no hay
infracción la ley es innecesaria. Romanos 5:12-21 lo deja claro.
Para más detalles, también le puede interesar sobre ¿Cuánto nos ha costado la decisión de Adán y
Eva?
2. Enoc:
Nos enseña acerca de caminar con Dios. Un hombre único
en su tiempo. Cuándo todo el mundo hacía lo que les convenía, Enoc aceptó ser el
diferente, el que no estaba de moda, aun cuando no hubo una ley explícita de Dios
para el hombre, pero él tenía la ley implícita en su corazón. Por ello, Dios lo
reconoció, fue galardonado, arrebatado y no conoció la muerte.
Enoc era descendiente de Set, hijo de Adán, hermano de Caín. Caminó
con Dios durante 300 años, un record insuperable y Dios lo llevó consigo (Gen
5: 22-25). No es por casualidad que su hijo Matusalén fue el hombre más longevo de
toda la historia. También de sus descendientes nació ni más ni menos el señor
“Noé”.
Curiosos datos: Con Lamec descendiente de Caín, inició la poligamia, la perversión. Pero
con Lamec descendiente de Set, nació Noé, hombre justo y cabal que también caminó
con Dios (Gen 5 y 6).
Para más detalles, también le puede interesar sobre ¿Qué
es lo que nos hace tan especial para Dios?
3. Noé:
"Si Abraham es el padre de la fe, Noé es el abuelo"
Su fe le llevo a creer en Dios y, sobre todo, obedecerle. Construyó un
arca (diseñado por Dios y que representaba la salvación de la humanidad y los
animales) durante 100 años aproximadamente y, encargarse de buscar a los
animales en pares para poner en el arca. Te puedes imaginar el trabajo que hizo ese hombre…
hoy en día se han calculado más de 7, 77 millones de especies de animales, sin
contar a los que ya se extinguieron, a los que aún no se han descubiertos. No
cabe la menor duda que no fueron tareas fáciles para el.
La biblia no dice si contrató a personas para ayudarle, lo más probable
él y su familia lo construyó. La obra estuvo en el mundo, pero no era para el
mundo, sólo 8 personas de la familia de Noé fueron salvos.
Noé también el padre de la obediencia, a mi punto de vista. Después de
construir dicha arca, espero órdenes de Dios antes de subir, permanecieron más
de un año dentro como si fueran olvidados por Dios, aun viendo tierra
permaneció hasta que Dios le ordenó que saliera (Gen 7:1; 8:16)
Con Noé aprendí que: Cuando caminas con Dios tus obras están en el mundo,
pero no son del mundo; se hacen por el mundo, pero no son para el mundo, sino, son para Dios. Piensas, crees y actúas diferente.
Con Noé empezó la ley explicita de Dios. Sin ley no hay infracción y sin
infracción no hay ley. Dios que antes no había puesto ninguna ley al hombre,
ahora veía la necesidad de implementar reglas, después de todo lo que hizo el
hombre y que le llevo a castigarlos con desaparecerlos de la faz de la tierra. (Génesis 9:4-6)
Noé predicó e invitó a la gente a que entraran gratuitamente, pero
rehusaron, confiaron en sus conocimientos, en sus predicciones, en lo que ven
los ojos. Hasta que llegó el diluvio y, el diseñador del arca, el Dios
todopoderoso, el mismo cerró la puerta (Gen 7:16) y nadie más pudo entrar, ya
era demasiado tarde.
Hoy en día, la iglesia de Dios, representa a Noé, predican y ofrecen a la
nueva arca “Jesucristo” gratuitamente, un arca moderno con lugar para todos y
todas, pero aun así muchos no aceptan de entrar. ¿Qué le cuesta a la gente de
entrar, de salvarse si es gratis? El día del señor será como el día de Noé dice
la palabra. Y la palabra de dios nunca pasará desapercibida.
4. Abraham
¿Qué le hizo tan especial la fe de Abraham? Dejar a su familia, amigos y
su ciudad para seguir la voz de Dios, para ir a un lugar desconocido e
impreciso. O más bien, el creer la promesa de Dios a pesar de la edad que tenía
(casi 100 años) y la de su mujer muy avanzada, creyó contra toda esperanza
la promesa que Dios le había hecho; nunca dudo, al contrario, su fe fue
fortalecido. Él estuvo plenamente convencido de que Dios, quien había
prometido, era poderoso para hacerlo.
Abraham también sabia o entendía la clave, la fe lleva a la obediencia y
obedece a Dios aun cuando pareciera inaceptable, incongruente a que Dios le
pidiera sacrificar al hijo de la promesa que el mismo había prometido ser padre
de muchas naciones. Como es posible pedirme de sacrificar algo que me acabas de
regalar. Pero, la obediencia y la fe de Abraham no le llevo a hacer esta
pregunta que tu y yo hubiéramos hecho, más bien, pensó en …Porque de ti
proceden todas las cosas, y de lo recibido de tu mano te doy. Pero un hijo no es una cosa, entonces Abraham
ha de pensar…Porque de ti proceden todos los hijos, y de lo recibido de tu
mano te doy. Amén
El padre de la fe, mantuvo una relación y comunión con Dios durante toda
su vida, y Dios lo bendijo en gran manera, como su fiel amigo y defensor. Su
relación le permitía hablar y hasta ver al ángel de Dios, por otro lado, la
gente lo tuvo como un príncipe de Dios (Gen 23:6)
5. Isaac
Hijo de la promesa, un hijo nacido en matrimonio. El caso de Isaac nos enseña
que Dios bendice a los matrimonios, Dios ama a los hijos y los bendice, pero a
los hijos del matrimonio mantiene su pacto.
A veces los pecados o ataques familiares nos siguen de generación en
generación hasta que los reconozcamos y poner fin contra ellos. Y eso se hace
actuando diferente que los antecesores con el apoyo de Dios.
La mujer de Abraham estuvo estéril, también la de Isaac, pero vemos a un
Isaac que supo la clave, recurrió y rogó a Dios, y venció el plan del enemigo
para atraerle a la poligamia, tristeza y desesperanza en su familia formada con
Rebeca. (Génesis 25:21) a Jacob también le afectó, la mujer de la promesa (por
la que trabajó 14 años, Raquel, estuvo estéril también), en el caso de Jacob
fue un desastre la forma que manejó la situación, pero, todo es obra de Dios.
Por otro lado, la mentira. Un arma secreta del enemigo que atacó a
Abraham, también atacó a Isaac y los dos fallaron. Hicieron pasar a sus mujeres
por sus hermanas por miedo de no morir. ese lienzo de pecado no afecto a Jacob
de la misma forma, pero sí de otra forma le hizo mentir y engañar.
En fin, Isaac muestra los principios de la sumisión, la paciencia y la perseverancia, porque, en general, la suya fue una vida
obediente y consecuente.
6. Jacob
Jacob por cierto no era hombre perfecto, más bien un estafador,
mentiroso, que practicaba la poligamia, tal vez encuentras muchos más títulos
para él; pero se dejó transformar por la gracia de Dios, y mantuvo una relación
con el hasta su muerte. Creo que es lo más importante.
Jacob pidió comprar la primogenitura de su hermano Esaú, porque sabía de
su valor mientras que el otro no sabía valorarlo. No para defender a Jacob,
sino para darnos cuenta que solo los inteligentes, los violentos y
valientes conquistarán el reino de Dios. La primogenitura no es nada por si
sola, lo es si tú sabes qué hacer con ella. De que me sirve ser hijo de un rey
o tener muchas riquezas si lo desconozco. La ignorancia no es cosa de Dios.
No me mal intérpretes: los inteligentes, los
violentos y valientes son aquellos que luchan a toda costa por la salvación
y por la bendición de Dios. Amén
Cuantos Esaú hay hoy en día, que se dejan robar o más bien que regalan sus
bendiciones por el dinero, por la cerveza, el cigarro, la poligamia, tener
muchos hijos, etc. menospreciando la gracia y bendición de salud, de economía,
de vida que Dios nos ha dado. Entonces, alguien más (un inteligente) está de
cierta forma robándote. La pregunta es, ¿debería considerar como un robo?
Jacob tenía la disponibilidad y la voluntad de servir a Dios. Dios no
busca capacidad, sino disponibilidad. No la primogenitura sino la cordura. Trabajará
o elegirá a quienes juzga que tienen la disponibilidad o voluntad y los
capacitará. Creo que Jacob cumplió con esos requisitos.
Además, a Jacob no le faltaba la obediencia y la fe tanto en Dios
como en sus padres (lee génesis 28). Era un hombre violento y astuto que lucho
con el ángel de Dios, lo agarró y le decía: “No te soltaré si no me bendices”. Jacob parece haber sabido
este versículo “…el reino de los cielos
sufre violencia, los violentos lo conquistan por la fuerza” (Mateo 11:12). Y por la fuerza lucho
hasta tener la bendición de Dios.
7. José
El hijo de la promesa, no era por casualidad
Dios eligió a ese joven, primogénito de su madre y penúltimo hijo de Jacob para
ser el héroe de la familia y el precursor de la perfecta obra de promesa de
Dios. José era hijo de Raquel, la mujer querida y de la promesa de Jacob, por
lo tanto, Dios la reconoció como tal, vemos que el ataque de esterilidad seguía
de generación en generación a la familia de Abraham y alcanzó a ella; hasta que
por fin clamó a Dios, tuvo un hijo, José (génesis 30:22-24) y después a
Benjamín.
El nacimiento, del hijo de la promesa traía
cambios en la vida de Jacob. Vemos que, al nacer José, Jacob sintió que la hora
ha llegado para dejar la casa de Labán (génesis 30:25), era el momento para que
enfrentara su pasado (génesis 32) y dejar que Dios toma control de su vida. ¿Es
una casualidad?
No era tampoco una casualidad que Dios desde a
los 17 años empezaba a mostrar al joven José en sueños el plan que tenía para
él.
José sabia que la mano de Dios estaba con el y
temía de pecar contra Dios y resistió ante la adversidad. Mas Jehová estaba con José, y fue varón
próspero. Igual como su padre fue una fuente de bendición por donde pasa.
José sabia tanto que la mano de Dios obraba en
él, abrazó el perdón, tuvo el valor de perdonar a sus hermanos, cosa que
solo los valientes hacen.
Un precioso ejemplo para la fe en todas las
épocas.
Conclusión
Estos hombres, sin duda han de
ser ejemplo de vivir para todo cristiano o aquel que quiere ser hijo de Dios.
Desde Adán, a pesar de, por medio de él entró el pecado, fue un hombre
bendecido que halló la gracia de Dios al ser tomado y puesto en el Edén, me
imagino que Dios lo puso ahí, porque era apto, calificado para ello. Y aún
después de haber pecado y haber sido expulsado del Edén, mantuvo su relación
(no la misma dentro el Edén) con Dios hasta su muerte. Ejemplo de un corazón
arrepentido. Nosotros no somos mejores que el por qué también pecamos, pero
seremos peores si dejemos que el pecado nos aparta para siempre de la
presencia, comunión y relación con Dios.
Con Noé aprendí que: Cuando caminas con Dios tus obras están en el
mundo, pero no son del mundo, se hacen por el mundo, pero no son para el mundo,
sino son para Dios. Piensas, crees y actúas diferente que los demás.
Con el también aprendí que de la
misma forma que la fe necesita el amor también necesita la obediencia. Una cosa es tener la fe o creer en Dios y otra cosa es obedecerlo. La obediencia es poner en practica la fe. Si confías en mi pues
haga lo que te digo.
Con Noé aprendí
que: La obediencia a Dios te salva no solo a ti sino a toda tu familia. Te dejo
estas preguntas: ¿Es fácil obedecer? Cual me convendría hacer primero
¿Creer y obedecer u obedecer y creer?
Con Abraham, como cristianos o hijos de Dios necesitamos aventurarnos,
confiar con ojos cerrados en Dios. Dejarnos llevar por su voluntad. ¿Quién quiere ser un peregrino por llamamiento
de Dios?
Con Jacob aprendí que el pasado se queda atrás cuando de verdad nos
entregamos a Jesús. Jacob se dejó
ser cambiado, transformado por Dios de su viejo hombre hasta llegar a ser un
profeta de Dios. Fue bendecido y en sus hijos cumplió la promesa que Dios había
hecho a Abraham mucho tiempo antes. ilustra
la disciplina y la previsión. Los tratos de
Dios son vistos en su vida al asegurar el sometimiento de Jacob y llevándole a
la adoración mientras se acercaba la muerte.
Con Jacob, estoy motivado a seguir
buscando conocer más cada día a mi Cristo Jesús, a ser inteligente y violento
si es necesario para tener asegurado un lugar en el próximo y único vuelo de mi
Señor Jesucristo, cuando venga por su iglesia. Gloria a tu nombre mi cristo. El día que me dejes verte, no te soltaré sin
antes bendecirme. ¡Te amo!
Con José, vemos a un Dios cuyos planes son perfectos. Un Dios que tiene
en la palma de su mano el futuro y que no improvisa. Como dice romanos 8:28, él
hace que todo lo que nos suceda sea para nuestro bien.
Él nos ha llamado de acuerdo con su propósito.
Aprendí a no juzgar a los planes o decisiones de Dios, aunque me duela o
no, aunque los entienda o no. Y, además, estar seguro que Dios nunca actuará en
contra de su hijo, El nunca dará por inocente al culpable.
Gracias mi Cristo quien por medio
del espíritu santo siempre me conforta. He escrito en varias ocasiones, pero
nunca antes había sentido tan fuerte tu apoyo al escribir estos párrafos, con lágrimas
me hiciste terminar este apunte. ¡La gloria es para ti siempre!
A ti oh rey de los siglos La
bendición y la gloria y la sabiduría, y acción de gracias, el honor, el poder y
la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!
¡Dios te bendiga!
Mayo 2020