El MONTE DE DIOS
Referencias Bíblicas: Isaías 2:2-3, Salmos 15:1-5 y 24:3-5, Apocalipsis 21:9-27, Joel 3: 16-18, Mateo 5: 3-8, Miqueas 4:1-3.
Introducción
10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
2 Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
Quiero hacer un paréntesis: Analizando estos versiculos, se puede deducir que el Monte de Jehová o el Paraíso estará aqui en la tierra, en la nueva tierra, y no en los cielos como muchos suelen pensar. Además Jesucristo támbien lo confirma en la oración del PadreNuestro: al decir que pidamos a que "venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo". Jesús vendrá (la segunda venida) a estabecer su reino en la tierra y no a buscarnos para ir al cielo.
Ahora, volvemos a la pregunta inicial: ¿Quién subirá al monte de Jehová?
Esa pregunta suena muy controversial, porque nadie puede decir quién sí y quién no va al paraíso. Pero lo cierto es, la Biblia misma lo deja claro, así que no hay lugar a mala interpretación ni subjetividad. Los salmos 15 y 24 son las claves para contestar a esa hermosa pregunta.
Salmos 15:1-5
De hecho el título del salmo es: Los que habitarán en el monte santo de Dios
David en su tiempo hizo la misma pregunta que hoy meditamos ¿Quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? Así también halló y nos dejó las respuestas. David encontró 10 claves importantes para tener todo aquel que desea mantener su boleto para el paraíso (monte de Dios):
El que anda en integridad
El que hace justicia
El que habla la verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua,
El que no hace mal a su prójimo,
El que no admite reproche alguno contra su vecino.
Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado, pero honra a los que temen a Jehová.
¡Ojo con esto! Menospreciar en este contexto no es rechazar o juzgar a nadie. Es más bien como lo dice el salmo 1: aquel que no anda según el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los burladores. La palabra vil “de escaso valor” o “despreciable”. Este adjetivo permite calificar a aquello que es ruin, ignominioso o deshonroso.
El que mantiene un juramento incluso cuando le duele, y no cambia de opinión.
Quien no presta su dinero con usura,
La usura es la práctica que consiste en cobrar un interés excesivamente alto por un préstamo. No dice que no puedes pedir interés, tal vez de eso vives, pero es pecado cuando lo cobras de manera excesiva. Otra versión de la biblia dice: “Quién presta dinero al pobre sin interés”.
El que no admite soborno contra el inocente.
Si por ley y ética humana la usura y el soborno no son aceptables en nuestras sociedades, imaginense para Dios como son repudiables!
Salmos 24:3-4
David mencionó 4 claves importantes para tener todo aquel que desea mantener su boleto para el paraíso (monte de Dios):
El limpio de manos
El que es puro de corazón
El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
El que no ha jurado con engaño.
Si se den cuenta, no son muchos los requisitos para subir al monte de Dios. Pero ¿Serás capaz de? Jesús, en Mateo 5: 3-10 los complementa también con las bienaventuranzas.
3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Conclusión
Un error que muchos cristianos han cometido, es el creer que la salvación no se puede perder, basando solo en ciertos versículos. Lo cierto es, sí, somos salvos por la gracia de Dios por medio de la fe, pero también, la biblia menciona que hay ciertas cosas, como los mencionados en los versículos anteriores, que tenemos que hacer para salvaguardar o mantener esa salvación hasta su consumación.
La salvación es como un boleto todo incluido para ir al mejor hotel de la mejor playa que podrías imaginar y, por tiempo ilimitado, ...hasta la eternidad. La salvación por ser tan costosa, nadie podría pagarla. Por eso se obtiene gratis por la gracia y misericordia de Dios. Cuando te arrepientas de tus pecados y aceptas a Jesús como tu único y suficiente Salvador. Cuando crees en su corazón y confiesas con su boca que Jesús es el Señor y que Dios lo resucitó de los muertos, serás salvo. Pero, aún no es todo. Podríamos decir que acabas de recibir tu boleto de salvación.
El tener el boleto en la mano, no significa estar ya en la playa. Hay un proceso, hay que tomar el bus o el avión, y ese medio de transporte tiene su tiempo (día y hora) para abordar. Peor aún si desconocemos el dia y la hora, pues tendremos que esperar en todo tiempo ¿Qué pasaría si usted no tuviera su boleto a la mano cuando pasa el autobús, o si usted llegase tarde al aeropuerto o el terminal o simplemente te cansaste de esperar? Pues perderias la oportunidad de gozar los beneficios de tu boleto. La biblia dice que muchos son los llamados y pocos son los escogidos.
Si la salvación es un boleto (o un pase como usted lo quiere llamar) significa que tenemos que cuidar y guardarla para no ser robada o perdida. Todos sabemos que Satanás, el mundo, la carne y el Yo, nos quieren robar la salvación a toda costa. Un cristiano debe de estar siempre listo y alerta con su boleto de salvación para el regreso de Jesucristo o la muerte, lo que suceda primero. Si mueres y, vas con tu boleto...la muerte no te podrá vencer. Resucitarás con el mismo poder de Cristo. Y por otro lado, cuando Cristo viene serás arrebatado a su encuentro.
Amén... Dios le bendiga!